Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.
Mario Benedetti ( Asunción de ti)
lunes, 24 de julio de 2017
domingo, 23 de julio de 2017
L'hiver
A veces echo de menos el mar.
Y no es una sensación de tristeza,
es nostalgia,
de la que se pega como resina, como una mancha de grasa que no se irá.
Como un rincón de la capital,
un puñado de flores disecadas entre las páginas de un libro de Benedetti,
como tener sexo por la mañana y hacer el amor por la noche,
como un globo desinflado en tu séptima fiesta de cumpleaños y tus zapatillas nike llenas de barro,
el sonido del timbre que te indicaba volver a clase, y los dos minutos quejándote mientras subías escaleras,
como el olor a bizcocho de limón,
ver a mamá tomar mate y conversar sobre un nose qué de qué mal van las cosas, y mira hija
que bueno que tengamos salud, y un techo,
como buscando a nemo por décima vez,
como las cintas de vhs,
como escribir en mi diario a los once el drama de un primer amor no correspondido,..
como soplar velas y pedir un deseo,
como soplar una pestaña y pedir un deseo,
como ver pasar una estrella fugaz y pedir un deseo,
como saber que tu abuelo muere y pedir un milagro,
no nos quedan oraciones
al menos a los del sur,
al menos a mi,
que en noches de luna nueva pedía poder creer,
en algo, en lo que fuese, con tal de me salvara,
de algo, de lo que fuese, (de mi.)
Y cuando digo que echo de menos el mar, digo que echo de menos mi mar,
porque no es lo mismo un sueño que tú sueño,
ni siquiera parecido es un hogar a tú hogar
así es entonces que digo que la tierra sin mi mar, no es mi tierra
la nostalgia es el amigo que mantiene el recuerdo del exilio,
y de rupi kaur
me quedé con
no tienes idea de lo que es
perder tu hogar con el riesgo de nunca encontrar un hogar otra vez
(...)
convertirse en un puente entre dos países
somos puentes construidos con recuerdos
somos conexiones y nostalgia
somos vaivenes aeropuertos despedidas
es entonces cuando sé que me entiendes
porque tanto tú,
como yo,
tan diferentes, tan parecidos..
pero tu y yo
somos los peces
de un mismo mar.
y el atardecer rosa del cielo nunca tuvo tanto sentido
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